Ya soy finisher de una travesía de natación de aguas abiertas.
El pasado domingo completé los 5.900 m de travesía que Neda el Mon organizada en Torredembarra, entre la Platja Llarga y el Roc de Sant Gaietà.
La travesía estaba prevista para el fin de semana anterior, pero ante el temporal marítimo que hubo, la organización decidió aplazar. Todo un acierto, porque el día de la travesía hizo un día fantástico.
Los últimos meses, si algo había hecho era nadar... la verdad es que mi lesión de rodilla y el robo de mi bicicleta ayudaron. La suerte del triatlón es que, lesionado o no, siempre puedes hacer alguna de las tres disciplinas. Me sentía bien, y las últimas salidas a mar me habían dado mucha confianza.
A las 8:00 de la mañana estaba en el Roc de Sant Gaietà, punto final de la travesía. De allí un autocar lanzadera debía llevarnos a los participantes al punto de salida. Hacía sol, pero la temperatura era de 8 grados. El otoño había llegado, y camiseta, forro y chaqueta no sobraban. El ambiente era muy tranquilo, y mientras esperaba el autocar fui concociendo a otros nadadores. Llega el autocar y nos lleva al punto de salida. Nos enfundamos el neopreno, y nos preparamos para la salida. Foto de rigor, últimas instrucciones y cuenta atrás para salir. La salida fue tranquila, nada que ver con la tensión de una salida de triatlón, donde todo el mundo sale con el cuchillo en la boca y en una lata de sardinas. El domingo fue diferente, todos nos deseamos suerte y a disfrutar!!!.
Las primeras brazada noté el agua fría, especialmente en pies y cara, pero a medida que iba braceando cogí ritmo y me dejé llevar. Hacía solete y el mar estaba relativamente plano.
Acostumbrado al triatlón, donde uno "apunta" a la siguiente boya y trata de sobrevivir como puede entre otros nadadores, en este caso el reto era orientarse y seguir una dirección más o menos recta. Cuando nadaba con más gente sabía que iba bien, pero durante muchos ratos nadé completamente solo. La referencia eran los cayacs, los paddle-surf, las zodiacs y la barca de salvamento marítimo que iban escoltando y rodeando el grupo.
Empecé a pensar que no vería la barca de avituallamiento.... pero no fue así. Estaba bien señalizada con un globo enorme. Hacia allí había que ir. A medida que me acercaba me fui juntando con otros nadadores, y vi que llevaba buen ritmo. Un plátano y un vaso de acuarius y... sigue nadando, sigue nadando... fui repasando el día anterior, los ánimos de Virginia y los besos de los peques.
Me encontraba bien, pero las olas eran cada vez más grandes y el viento empezaba a levantar. Afortunadamente, olas y viento iban a favor. Pasada más o menos una hora, empecé a notar lo que temía: el roce del traje de neopreno con mi cuello. Pero... ¿qué había pasado con la baselina?
Llegué al segundo avituallamiento, que en teoría debía estar sobre los 4.500 m de travesía. Algo no cuadraba, porque justo llevaba poco más de 1 hora nadando. A mi ritmo de piscina eso debían ser 3.000 m, y no 4.500. Había volado? Plàtano y acuarios y a seguir.
El último tramo hasta la llegada se me hizo un poco más largo, y me di cuenta que el último avituallamiento no debá estar a los 4.500m. Había olas, estabamos nadando bastante lejos de la costa, y tenía que ir mirando constantemente hacia donde dirigirme. El grupo se había alargado y ensanchado bastante, así que cuando alcancé otro nadador, decidí no separarme mucho e ir juntos hasta la llegada. A lo lejos pude ver el arco hinchable de llegada de color azul. Lo iba a conseguir!!
Al cabo de 1 hora 40 minutos toqué la arena de la playa. Muy contento y satisfecho, con muy buenas sensaciones y agradeciendo que olas y viento me ayudaran. Una gozada sólo un poco difuminada por el tajo que el traje me había hecho en el cuello. Todo fueron felicitaciones y sonrisas. Era finisher y una cosa tenía clara, no iba a ser mi última travesía.
Buena crónica Alejo. Esto de nadar es lo que encuentro más difícil de las 3 disciplinas del Triatlón. Yo nunca he sabido nadar seguido y aun menos a un ritmo constante. Pero también es verdad que hace casi 2 años tampoco había corrido nunca y ya he hecho varias carreras de 10 km y 2 medias de montaña. Algun día prometo probar a nadar más de 2 piscinas seguidas ;-)
ResponderEliminarCojones Alejo ! Casi 6 Km en 1:40 . Eso no es nadar , eso es ser hermano gemelo del de El Gran Azul . Te ayudo algún delfín bajo el agua?
ResponderEliminarMuchas felicidades. Yo me he quedado con las ganas de hacer alguna de estas pero hace tanto que no nado que me costaría terminar las de 3 km.
Vamos a ver Alejo, varias cosas:
ResponderEliminar1) Lesión de rodilla y robo de bicicleta..guarda bien el gorro en algún sitio seguro no vaya a ser que te lo quiten y ya no puedas ni correr ni ir en bici ni nadar.
2)Un plátano y un acuarius, otro como Garcilopez que no sabe que llevaba la sopa que le dieron, los 2 os paraceis un poco a Lance Anstrong, no ???
3)En la foto que sales del mar si la ampliamos un poco veremos que tenias la toalla y las palas al lado.
4) Alejo bromas a parte decirte que la crónica es buenisima,lo que has hecho es brutal, yo me ahogaría a los 300mts, creo que nadar es lo más complicado de todo y tú lo has conseguido, solo me queda que FELICITARTE !!!! GRANDE ALEJO GRANDE !!!!!