Marnatón Sant Feliu de Guíxols

Poder nadar 6.000 m por una de las zonas más bonitas de la Costa Brava es un lujo, si además sales como quien dice, de la puerta de casa todavía más...

 

El pasado sábado se celebró la Marnatón de Sant Feliu de Guíxols, que salía desde la cala de Canyet, en la urbanización de Rosamar y acababa en las playas del pueblo. Un recorrido de 6km con en plena naturaleza, con acantilados altísimos que llegaban hasta el agua y unos tramos increíbles.

El viernes por la tarde llegada a Sant Feliu, recogida de chip, gorro y briefing. Todo pintaba muy bien, la previsión de tiempo y de mar eran muy buenas, y parecía que no habría medusas. Durante el balizamiento, nos comentaron, sólo habían visto 4. Todo un chollo, teniendo en cuenta que la semana anterior casi no se podía uno bañar en esta zona por la cantidad de bancos que había.

Recorrido de la prueba

El sábado por la mañana daban la salida a las 10:00. El chollo esta vez era que se hacía desde la cala de al lado de casa de mis suegros, donde muchas veces vamos a bañarnos toda la familia. La sensación de levantarse a las 8:00, sin prisas, desayunar tranquilo, ponerse el bañador, bajar unas escaleras y en unos minutos estar en el meollo de la travesía sin coger siquiera el coche, fue increíble.

A las 9:15 decidí bajar hacia la cala, y cuando llegué, coincidí con uno de los autocares que traía nadadores desde Sant Feliu. Una vez allí, me puse tranquilamente el traje de neopreno, saludé a otros participantes con los que había coincidido en otras travesías y me dirigí a la arena.

A las 10:00 daban la salida. Como siempre tranquila, aunque en los primeros metros empecé a ver medusas, cosa que rompió un poco la tranquilidad del momento. Mecagonla...!!! Me había puesto crema protectora antipicadas en manos, pies y cara, cosa que suena muy técnica, pero cuando ves el tarro que pone Fotoprotector Isidin Extrem PEDIATRICS 50, y que pone en pequeñito ESPECIAL MEDUSAS, digamos que el tema no da tanta confianza. Visto lo visto, la travesía iba a ser una buena pista de pruebas.

Momento de la salida

Esta vez me costó un poco más coger el ritmo. La salida se hacía desde el mar, y pasadas las boyas que señalizaban la salida, había que doblar a la izquierda para ponerse paralelo a la costa. Salí por la boya de la izquierda (error), y como todo el mundo cruzaba las boyas y se dirigía a la primera punta saliente precisamente a la izquierda, quedaba poco espacio para nadar. Paciencia me dije, que al final el grupo se estira y pone a todo el mundo donde le toca. Al cabo de poco rato nadaba cómodamente dentro de un grupo...

Qué sensación el superar la barrera psicológica del primer espigón. Durante algunos días he ido a nadar a esta cala, pero mi entreno consiste en cruzarla de punta a punta varias veces, pero sin salir de los límites del "patio". Esta vez me habían abierto la puerta y descubría nuevos caminos. Ya estaba fuera, y había más mar y costa para seguir!! y anda que no había!!!





Nadando pegados a los acantilados

No puedo calificar de otra manera que de ESPECTACULAR toda la travesía. Realmente no decepcionó, y además el mar estaba increíble. La organización había colocado además 5 globos rojos de helio a lo largo del recorrido, señalizando cada kilómetro, con lo que tenías un control más o menos contínuo de cuánto llevabas y cuánto faltaba. Durante el trayecto, 2 avituallamientos. Como siempre, plàtanos y Acuarius (no había isostar), parada técnica y a seguir. Por el camino fui viendo medusas, y en algún tramo bastantes. Alguna toqué, pero ni escozor ni nada. El Sr. Isdín había cumplido su palabra? (más tarde en la playa me vino Lucas con una de esas medusas en las manos. Después de quedarme blanco vi que era una de esas que no "pican". Me lo podrían haber dicho antes y me hubiera ahorrado más de un susto durante la prueba...)

En el segundo avituallamiento

Nadamos sin alejarnos mucho de la costa, así que durante casi todo el rato ibas viendo rocas y peces. Sin duda, la parte quizás más espectacular era la del final. Poco después del segundo avituallamiento, una vez superado el último cabo, nadamos entre acantilados, en un tramo de unos 50 m que no debía tener más de 5 m de anchura. Fue fantástico.

Último paso antes de encarar el último kilómetro

Una vez superado el paso, ya se veía el arco azul de la llegada. Debían faltar unos 700 m hasta la playa, y la verdad es que me sentía muy bien. Últimas brazadas, y toqué la arena con la mano.

 

Tiempo total desde la salida 1 hora 28 minutos.

 

Virginia y los peques me iban a esperar a la llegada, pero les había dicho que dudaba de que llegara antes de las 12:00 ¡Había llegado antes de lo previsto!, no porque me hubieran salido aletas ni porque de repente me hubiera convertido en Michael Phelps. Sencillamente creo que el recorrido era algo más corto. No me acaba de cuadrar que entre el último avituallamiento y la llegada hubieran 2 km...

Tal como sospeché, tuve que esperar... creo que me comí 6 trozos más de naranjas y plátanos, y a los pocos minutos llegaba la familia. Momento redondo para un día redondo.