Triatlón de la Vila

El pasado domingo participé en la triatlón de Barcelona. La prueba era de distancia sprint (750 m nadando, 20 km en bici y 5 km corriendo).

Los boxes estaban en la explanada que hay al final de la calle Marina, en pleno Puerto Olímpico. Mi salida era a las 8:40, pero había que estar allí antes de las 7:45 para dejar bicis, bambas y demás preparado en la zona de boxes. A esa hora costaba diferenciar quién iba a hacer la prueba y quién volvía de juerga. Unos y unas con mallot arrapado, y otros y otras con lo que les quedaba de ropa también arrapada. Deduje que los que íbamos a la prueba éramos los que llevabamos una bici. El contraste, como cada año, ofrecía un espectáculo tremendo...

Dejé organizadas mis cosas en boxes y me dirijí con Andrés y Jordi, dos amigos que también corrían conmigo, a la zona de salida. Por los altavoces, el speaker iba animando al personal: "hemos tenido que cambiar el recorrido de natación y no pasaréis cerca del espigón, hay mucho, pero que mucho mar de fondo y el tema está complicado. La organización no quiere que choquéis contra las rocas. Que cada uno valores según su nivel si puede o no empezar la prueba..."Un crack animando, sí señor. Por si uno no está sufientemente nervioso a esa hora, con sueño, descalzo y enfundado en un mono ajustado y cantón, sólo falta que te vayan dando ánimos. En fin, los temores pasaron cuando salieron los federados, que normalmente hacen los 750 m en unos 10 minutos y los tíos lo hicieron en 8. ¡¡Ni mar de fondo ni hostias, vamos a por todas!!

A las 8:40 estaba preparado para la salida, tras la línea, con 400 tíos peludos más, apretujados y nerviosos. Yo ya me conocía el percal, así que me puse en un lado para no ser golpeado, ahogado y arrollado más de lo necesario durante los primeros 200 m. Jordi en su debut no tuvo suerte. La valentía del principiante le dejó en medio de la melé, y por lo que me contó luego, recibió más de un susto. Al menos no perdió sus gafas nuevas... Cuando dieron la salida me dije que lo iba a dar todo. Después de unos primeros segundos "comprometidos" enseguida encontré agua limpia y pude desarrollar mi "mejor" natación. El problema, como siempre, fue mi dificultad en nadar recto hacia la boya, cosa que al final me hace alargar la natación como del doble supongo... Cuando un tío en kayac de los de control me gritó "que te vas a meter en el puerto!!!", levanté la cabeza y vi que estaba nadando solo, comprendí que me había alejado un pelín demasiado del pelotón. Rehice mi ruta y me incorporé al grupo. Salida del agua sin problemas. Corriendo hacia la bici vi a Andrés que ya se estaba calzando para salir en bici. Suerte que de momento mis transiciones aún son un pelo mejores que las suyas y así le recupero el minuto y pico que me saca nadando...

Esta vez sí pude estrenar la bici. Salí disparado, y me puse a velocidad de crucero de unos 40 km/h, esperando la oportunidad de unirme a algún grupo. A los pocos segundos ya tenía a dos tíos enganchados al culo aprovechando mi estela. Me iba girando a ver si me relevaban pero ni así. Casi toda la primera vuelta me la curré solo, pero animado por el ritmo y por no dejar de adelantar gente. Casi al final de la primera vuelta, uno de ellos reconoció su pecado y me dijo que me pusiera a su rueda. Allí íbamos!!! Al poco rato, 2 corredores más se nos unieron. Todos concentrados a tope hasta que uno del grupo, en un argentino de lo más puro empezó a gritar "no' vamo' a mata', que no' vamo' a mata'" La verdad es que fue una segunda vuelta divertídisima, y el rendimiento que sacamos fue bastante bueno. Al cabo de casi 30 minutos en la bici llegada a boxes para salir corriendo.

El tramo de carrera, tal como me temía, fue el que se me hizo más largo. Iba mirando el reloj intentando mantener un ritmo parecido al de los entrenos, y vaya si me costó. Igual que en Mataró el balance no fue malo, y todo y que creo que esta vez me adelantó más gente de la "debida", por lo menos no tuve la sensación de que me estaban dando un repaso. No hay nada peor que estar dando el resto y ver que un tío te pasa ligerito y sin sudar perdiéndose en la distancia...

Al cabo de 1hora 9 minutos y 49 segundos llegué a la meta, con el aliento de Andrés en el cogote. Luego me explicó que en la segunda transición (de bici a carrera) había perdido más de 4 minutos porque un juez no le dejó salir sin camiseta y le hizo volver a ponérsela. ¡¡¡Las normas son las normas, y están para hacerlas cumplir, claro que sí!!!

El próximo triatlón, si todo va bien y las vacaciones y la familia lo permiten, en Banyoles. No dejo de animar a los que no hayáis hecho ninguno para que os apuntéis y lo probéis. Vale la pena.

Buenas vacaciones a todos y que hagáis muchos kilómetros!!!

(vaya rollete os he metido... gracias por aguantar hasta el final)